Plantear la comida diaria está cada vez más chungo. Hay que cuidar el colesterol, apáñatelas para meter cinco piezas de fruta y verdura al día, dónde vas comprando bollería, ojito con la sal, el omega-3, la fibra, el bífidus, los transgénicos y la madre que los parió a todos. Y no te lo pierdas, resulta que hay alimentos que van derechitos al cerebro y nos hacen más tontos. Un día de estos nos van a decir que sólo podemos beber agua y comer pepinos. Al menos no tienen gluten.
Le han puesto ensalada. Algo es algo. (Imagen: Wikimedia Commons)
En Modalia no nos cansamos de decirlo: vivir a orillas del Mediterráneo y comer mal adrede debería estar penado con cárcel. Tampoco hay que convertirse en un asceta, un Whopper o dos al mes no harán que te pongas a conversar con el ficus del salón, pero si cuando entras al Burger King suena una fanfarria y los empleados te llaman por tu nombre, lamentamos decirte que ha llegado el momento de replantear tu dieta. He aquí los alimentos que tienes que vigilar si pretendes convertirte en ingeniero aeroespacial.
Azúcar
Un poco de azúcar es bueno y necesario. Echar azúcar en el café hasta que haga isla, no. El título de este artículo de Medical News Today no deja lugar a dudas: una dieta muy azucarada te vuelve estúpido. El exceso de azúcar no sólo provoca obesidad, caries, aumenta el riesgo de padecer diabetes e incluso ciertos tipos de cáncer. Además, afecta a la capacidad de aprendizaje y a la memoria. Si Homer Simpson dejase de comer rosquillas, estaría más delgado y sería más inteligente. Incluso sin quitarle el lápiz de colores que tiene incrustado en el cerebro.
El azúcar, toda una “femme fatale”. (Imagen: Wikimedia Commons)
Sal
Todas las madres de este mundo lo dicen: lo soso tiene fácil arreglo. Lo salado, no. La sal es imprescindible en cualquier cocina, pero hay que administrarla con mesura. Provoca retención de líquidos, afecta al ritmo cardíaco y a la presión arterial, y según un estudio del Baycrest Centre for Geriatric Care, disminuye la salud y habilidades cognitivas de las personas de avanzada edad.
Más claro, agua. (Imagen: Keep Calm-O-Matic)
Comida basura
No es necesario haber recorrido mucho mundo para saber que hincharse de comida basura no es una fiesta demasiado saludable para el cuerpo. Aumento de peso, colesterol, riesgo de enfermedades cardiovasculares, adicción (y el consecuente síndrome de abstinencia si se deja de comer alimentos basura), y un largo etcétera al que ahora hay que sumar repercusiones en la memoria y un posible aumento de sufrir Alzheimer. Por cierto, la pizza no es comida basura. ¡Yuju!
Estas hamburguesas deberían venderse con prospecto. (Imagen: Wikimedia Commons)
Grasas trans
Los responsables del Oregon Brain Aging Study llegaron a una conclusión que te va a dejar con las patas colgando: el exceso de grasas trans guarda relación con una disminución del volumen cerebral similar a la de los enfermos de Alzheimer. Así que ojo con las frituras y determinados alimentos procesados, o se te quedará la cabeza que parecerá que te ha ido a visitar una tribu de jíbaros.
La sartén de la muerte. (Imagen: Wikimedia Commons)
Alcohol
Tenemos asumido que algunas bebidas alcohólicas, como la cerveza o el vino, proporcionan una notable cantidad de beneficios si se beben con moderación. Pero parece que habría que replantear ciertas creencias asentadas, porque crecen las voces que avisan de que el consumo de alcohol es, desde el punto de vista médico, injustificable. La Universidad del País Vasco y la Universidad de Nottingham (Reino Unido) han identificado los daños estructurales a escala molecular que el consumo excesivo de alcohol provoca en el cerebro. Ataca directamente a la zona cerebral evolutivamente más avanzada, que controla funciones de planificación, estrategia, memoria de trabajo, atención selectiva o el control de la conducta. He aquí la explicación científica de por qué los conceptos “gente borracha” y “peleas” suelen ir de la mano.
Dame un momento, que estoy revisando una incompatiblidad en las ecuaciones de Boltzmann y Navier-Stokes. (Imagen: Wikimedia Commons)
Tofu
De verdad, ¿alguien podía pensar que una cosa tan repugnante podía ser buena para la salud? Hombre, como todo en esta lista, un poco de tofu no va a dejarte el cerebro como una esponja, pero mucho sí. Las universidades de Loughborough y Oxford han llevado a cabo un estudio que determina que un consumo excesivo de tofu puede provocar pérdidas notables de memoria. En realidad no me extraña, yo probé el tofu una vez y estoy deseando olvidarlo…
Ni aunque me lo pongas así de bonito me voy a comer esa porquería. (Imagen: from the user Chris 73, freely available at Wikimedia Commons under the creative commons cc-by-sa 3.0 license.)
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