En un país donde el número de la población va en aumento y el metro al cuadro es cada vez más aprovechado en un lugar donde se optimiza el espacio al máximo.
Hablamos esta vez de la importancia del espacio en Japón, de la importante falta de espacios donde aparcar la bicicleta.
En un país donde gran parte de la población se mueve en este medio de transporte, son muchos los japoneses que van en bicicleta para llegar a la estación del tren más cercana para ir a su trabajo o incluso para ir de paseo.
Una de las soluciones a esta falta de espacio la ofrece la empresa Giken, que ha creado un sistema llamado Eco Cycle, que permite aparcar unas 200 bicicletas sin apenas usar espacio en la superficie, usando la superficie subterránea.
Con este sistema, las bicicletas se podrán aparcar a 11 metros de la superficie, en el subsuelo de la ciudad en tan solo 8 segundos de manera rápida y fácil.
En un país donde la población es elevada, cualquier ayuda es bienvenida y más si se trata de aprovechar el espacio al máximo, este sistema automático pretende ahorrar espacio y hacer la vida más fácil de los japoneses.
Este sistema ya se veía anteriormente en otros sistemas robotizado como el de los aparca coches, sin embargo, como en Japón es muy habitual el uso de las bicicletas, han adaptado este sistema al uso de este medio de transporte.
Un sistema robotizado que nos recuerda a una expendedora de refresco en el que con unas monedas obtenemos un refresco, pero en este caso, funciona del revés. Con una tarifa podremos guardar nuestra bicicleta en nuestro parking subterráneo sin necesidad de buscar sitio.
Una buena manera de aprovechar el espacio a la vez no estropear la estética de la ciudad, evitando las acumulaciones de bicicletas en los espacios urbanos.
Aunque parezca muy futurista y alejada de nuestros tiempos, una de estas estaciones se encuentra cerca de la estación de metro de Shinagawa, en Tokio. Para utilizarlo, el usuario solo tiene que colocar la bicicleta en una plataforma que la atrape, descienda hacia la zona de almacenamiento, en un proceso que dura en total unos ochos segundos.