Inspira, espira. En busca de la felicidad. Probablemente penséis en esa película en la que Will Smith busca lo mejor para él y para su adorable hijo. Sin embargo, y en realidad, la búsqueda de la felicidad es, entre otras muchas cosas, el afán más humano existente. El problema es, básicamente, que no nos han enseñado cómo encontrarla. Estamos demasiado inmersos en un mundo banal, insustancial, demasiado ocupados en encontrar una felicidad impuesta por la sociedad, tener el mejor coche, el mejor móvil, el mejor sueldo, el mejor cuerpo, el mejor, el mejor… Pero, ¿qué es lo mejor para ti?
Defendemos y mantenemos la necesidad de cerrar los ojos cada cierto tiempo. Sí, de respirar, inspirar, espirar. De pensar, reflexionar. De tratar de dar respuesta a esa conocida cuestión que el cofundador de Apple, Steve Jobs, propuso en uno de sus más característicos discursos: “Si hoy fuera el último día de tu vida, ¿estarías haciendo lo que estás haciendo hoy?” Pregúntatelo a ti mismo. Deja atrás, por unos instantes, todo aquello tan superficial en lo que estabas pensando hace unos minutos.
Encontrar la felicidad es disfrutar de lo más simple, disfrutar de un abrazo, de sacarle una sonrisa a un desconocido, de que se te erice la piel escuchando una canción, de respirar aire puro.
Encontrar la felicidad es conocerte a ti mismo, saber cuáles son las partes de tu vida que te condicionan, que te limitan, y saber, por supuesto, si quieres cambiarlas. Encontrar la felicidad es salir de esa rutina a la que estás acostumbrado, atreverte a dejar atrás tu zona de confort, ser lo suficientemente valiente para hacer lo que quieres, y al fin y al cabo, ver, haciendo referencia al título de una película, el lado bueno de las cosas. Encontrar la felicidad es cuestión de buscarla.
Cierra los ojos.Inspira.Espira.
Fotos: educarconexito, valentiamoral, kingofwallpapers y didaskalosbarranquilla
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