Barcelona se viste de blanco para acoger las novedades de la moda nupcial 

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La capital condal se convierte en el epicentro de las miradas a nivel mundial por las presentaciones que acontecieron del 23 al 24 de abril, con diseñadores de la talla de Isabel Sanchís, Yolancris o la estrella invitada, Vivienne Westwood

Si has tenido la suerte de dar el sí quiero o por el contrario, como es mi caso, te interesa la moda nupcial para inspirarte de cara al futuro, estás de suerte porque esta edición viene caragada de novedades. En primer lugar, la Barcelona Bridal Fashion Week nace como concepto en 2014 tras la era Flaqué y cada primavera se presentan las colecciones con las aportaciones y tendencias actuales. La novia clásica se mantiene a un lado para dar lugar a diseños atrevidos e innovadores, llenos de bordados, estructuras arquitectónicas, con o sin velo, además de los trajes dos piezas. No es ningún casual que cada año se sumen nuevos diseñadores de renombre a las filas de la Bridal, como Jenny Packham, Jimmy Choo o la incorporación estelar de este año, Vivienne Westwood. Esta nueva edición llega con un 12% más de participación, además de la ampliación de la pasarela del palacio 1 y 2 de Mointjuïc, al 8 y una nueva área en la plaza del universo a modo de punto de encuentro entre compradores y profesionales.

La novia moderna

En esta edición, las siluetas nupciales abandonaron cualquier rastro clásico, dando pie a las trasparencias, escotes pronunciados o las capas a modo de cola. Firmas como Yolancris e Isabel Sanchís exploraron estructuras dramáticas que parecían esculpidas en mármol. Hombros arquitectónicos, faldas con volumen escénico y detalles estrechamente relacionados con la alta costura, definen una estética donde la feminidad toma connotaciones distintas. Por su parte, Isabel Sanchís propone trajes dos piezas con corbatas, faldas kilométricas con chaquetas estructuradas y transparencias con mucho vuelo. En una línea similar, Yolancris apuesta por cortes midi, blancos rotos y bordados como firma de la colección. Giambattista Valli lanza su “Love Collection 3” con diseños frescos en acabados cortos, bodies, corte sirena y muchos estilismos con palabra de honor. Aparecen corsés visibles, cortes imposibles y juegos de texturas que transforman cada diseño en una pieza única, a medio camino entre la moda de vanguardia y el arte performativo.

“Cada pieza es una expresión de felicidad, diseñada para resaltar la individualidad de cada mujer”- Giambattista Valli

Barcelona Bridal Night: Vivienne Westowood

La participación de Vivienne Westwood en lo que fue una de las apariciones más esperadas de la edición, puso el acento británico y rebelde a la cita catalana. Su visión nupcial desafiaba cualquier convención, corsetería barroca con toques teatrales, perlas como armadura, y la silueta deconstruida que tan bien encarna su legado. En términos de color usa tanto el negro como el blanco para definir su concepto de novia y botas con una plataforma de vértigo. Es todo un hito que la firma haya elegido a España como escenario para su pasarela, han vestido a infinidad de celebrities, como el icónico vestido de Carrie Bradshaw en la ficción o el de Miley Cyrus en su matrimonio con el actor Liam Hemsworth. La pasarela volvió a vibrar con su reinterpretación del romanticismo clásico, fusionado con un estilo punk refinado que hizo levantar a más de un editor de moda de su asiento, como de costumbre Westwood no presentó vestidos, presentó manifiestos.

Tendencias 2025: microvestidos y espíritu «after party»

Esta temporada, la novia no está pensada únicamente en el camino hacia el altar, sino que también en la fiesta de después y es que muchas influencers como Marta Lozano, entre otras, han popularizado los cambios de vestuario durante el enlace. La tendencia más destacada de los desfiles fue la reinvención de los microvestidos, piezas que recortan el largo para dar paso a cortes más atrevidos, y completamente fuera de lo convencional. Estos minivestidos no son solo para la recepción, sino que se presentan como una propuesta para la ceremonia, con capas de tules, bordados y detalles metálicos que transforman lo informal en algo perfecto. El efecto mojado fue otra de las grandes apuestas de los diseñadores, una tendencia que se aleja de los típicos acabados brillantes y se sumerge en una estética más refinada y dinámica. Los vestidos que incorporan estos acabados en satén fluido o tejidos metálicos captan la luz de manera sutil, creando una textura líquida y casi escultórica. En cuanto a la paleta de colores, el blanco puro sigue siendo el rey, los diseñadores juegan con nuevas tonalidades, como el marfil, el vainilla, e incluso el lavanda empolvado, que aparece en algunos vestidos. Los diseños de la temporada 2025 incorporan looks desmontables, donde los vestidos se transforman en faldas más cortas o trajes más ajustados para bailar, lo que se traduce como toda una declaración de intenciones.

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