Alexandra Shulman, editora de Vogue en Reino Unido, invita al diseñador John Galliano al Vogue Festival 2015 para hablar sobre su vuelta al mundo de la moda, en la Maison Martin Margiela, el vestido de novia de Kate Moss o cuándo se dio cuenta de que estaba interesado en la moda, entre otras muchas preguntas. Rodeado de sus propias creaciones, para hacerlo sentir como en casa, responde con amabilidad a las preguntas de la editora frente a un público que lo recibe entre aplausos y aclamaciones.
Descubrió su pasión por la ilustración de moda en 1993 y fue un año más tarde cuando se dio cuenta de que realmente amaba crear moda. Fue alumno de la escuela St. Martins de Londres y aquel ambiente de creatividad y gente cool superó sus expectativas.
Fue pionero en convertir los desfiles de moda en grandes espectáculos, por aquel entonces estaba obsesionado con el arte dramático sobre la pasarela, queriendo dar vida a sus diseños. Ante la imparable fuerza de las redes sociales y de compartir fotos al momento en las pasarelas, Galliano se sorprende porque hay veces que en las fotos ni siquiera aparecen las prendas de sus desfiles
Explica uno de sus últimos y más impresionantes diseños, un vestido rojo cargado se simbología para él. En el pecho lleva un gran adorno hecho a base de pequeños objetos que él mismo ha ido recolectando por los mercadillos entre los que se encuentra un bebé, pequeños espejos y algo de joyería. La falda, para asombro de todos en el festival, se trata de una gabardina de hombre perfectamente colocada para que no lo parezca. Una pieza única, una obra de arte que según Alexandra Shulman no se puede repetir.
El diseñador busca que Maison Margiela brille, y en ready-to-wear también, quiere que sea reconocible a cincuenta metros un diseño de la casa. Enseña una creación, también a partir de un abrigo, del que sale un vestido lencero pareciendo el interior del propio abrigo. Le da un significado y es que se puede llevar un camisón sin tener que tener puesta siempre la chaqueta, eso quiere identificar con la Maison.
En otro de sus diseños muestra un abrigo rojo con una especie de coraza en el pecho hecha a base de conchas del mar, que él admira y colecciona. Se trata de su propuesta de bordados hoy en día, un trabajo completamente artesanal. Esta pieza forma parte de la colección “Intention” y simboliza el tipo de bordados que John quiere hacer para la Maison Margiela.
Según el diseñador se necesita mucha creatividad en la alta costura y el diseño para seguir adelante porque sin ella no se llega a ningún lado, hay que buscar nuevas líneas. En cuanto al vestido de novia de Kate Moss, Galliano lo define como una experiencia mágica y secreta, un no parar en el que se lo ha pasado muy bien yendo de un lado para otro, quedando con Kate, proponiendo hasta veinte vestidos y haciendo cambios. Todo aquello le hizo reconectar y a ella la define como una persona y una amiga asombrosa.
Si pudiera volver a algún momento de la historia sería a la revolución francesa, por su ropa, el estilo de la época, las capas, los sombreros y todo lo que llevaban. Para él la característica más importante que debe tener un diseñador es pasión, creer en ti mismo y rodearte de gente fuerte, sobre todo al principio. Según Galliano hay veces en que hay que saber decir que no.
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