Con este frío solo te apetece una cosa, no salir de la cama, o en su defecto, si tienes que levantarte sí o sí, ponerte tu jersey de lana, esa prenda perfecta y atemporal que te acompaña todos los inviernos. Pero… Siempre nos hacemos la misma pregunta, ¿cómo hago para que los jerséis estén intactos invierno tras invierno? En Modalia te damos las claves.
Como los gatos, la lana no es muy amiga del agua. Para evitar tener que lavar nuestros jerséis a menudo, (pero no olvidéis lavarlos, una cosa no quita la otra) una opción es ponerte una camiseta fina debajo, evitando así el contacto directo con la piel y limitando la absorción de cremas, sudor, desodorante…
El lavado es muy sencillo, a mano, nada de máquinas, el cariño es un gran consejo para tratar esta prenda. No dejarlo demasiado tiempo debajo del agua, y ésta ni muy fría ni muy caliente, y sobre todo, para mantener en perfectas condiciones el tejido, utilizar jabones neutros.
El secado perfecto es el tradicional, extender la prenda sobre una superficie que no empape la humedad, en este caso dejamos de lado las pinzas y las perchas del secado en vertical, dejándolo secar al natural.
Como si de una camiseta se tratase, los jerséis no se cuelgan, se doblan y se guardan en el cajón, sin demasiada ropa encima de ellos. Hay que tratarlos con mimo, para que estos sean duraderos.
Las odiosas “bolitas”, ¿cómo las eliminamos? Podríamos tirarnos horas quitándolas con las manos, pero no es eficaz porque nos cansamos enseguida… El método tradicional es utilizar la piedra pómez en el sentido de la fibra.
Ya lo sabéis, si queréis que estas prendas sean “casi eternas”, lo mejor es tratarlas con mimo y con cuidado, evitando su excesivo lavado y en el caso de que ya sea hora de darle un agüita, tratando la prenda con delicadeza.
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