Su afición por el dibujo, desde muy pequeño, le ha llevado a ser uno de los diseñadores de calzado más importantes de todo el mundo. Christian Louboutin comenzó a diseñar zapatos para el music hall parisino y desde los 90 su fama no ha hecho más que aumentar.
Stilettos sexys, elegantes y muy favorecedores, no exageramos cuando decimos que sus creaciones las han lucido todas las celebrities y bloggers de moda. Incluso grandes firmas como Chloé, Diane Von Furstenberg, Givenchy o Jean Paul Gaultier han querido contrar con sus diseños en las pasarelas internacionales.
Lo más característico de estos zapatos es su eterna suela roja, un sello de identidad que se ha visto envuelto en varias polémicas. Marcas low cost, como Zara, ganaron la batalla tras una demanda en la que Louboutin denunciaba a la compañía española por utilizar el mismo tono de sus suelas.
Las aves y la naturaleza han sido una gran fuente de inspiración para el diseñador de calzado. Un claro ejemplo es su colección Hawaii Kawai, una selección de zapatos y bolsos cargados de tonalidades vitaminadas y estampados que nos trasladan a un paraíso espectacular.
Otra colección que promete ser todo un éxito es Clair de Lune, donde los tacones, sneakers, botines o bolsos desprenden cierto toque estelar sobre fondos negros y pequeñas aplicaciones coloridas.
Pero Louboutin ha querido ir más allá de sus principales creaciones, ampliando sus líneas y apostando por la cosmética y los accesorios. Los esmaltes de uñas de Edición Limitada han sido, desde su comercialización, una verdadera revolución en la que el envase es digno de observación. El tapón imita el clásico tacón de aguja que emplea el diseñador en algunos de sus zapatos.
El universo de la suela roja es una oda al diseño, la sofisticación y la feminidad representada a través de calzado estéticamente perfecto.
Fotos: @louboutinworld en Instagram
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