Comienza la película. No todos los presentes tienden a informarse previamente del argumento o el reparto, y mucho menos en un drama cinematográfico en el que reparten clínex para el diluvio de lágrimas que se avecina. La primera escena crea el silencio en la sala, llega el respeto por este tipo de situaciones y entonces, aparece ella. Se escucha entre susurros: “Khaleesi””Khaleesi”. Ahora viene el shock.
No existe punto intermedio ni parada a medio camino por los andares del fanatismo por Juego de Tronos. Lo ves y no puedes estar más enganchado, o no lo terminas de comprender. Pues bien, es en este momento en el que los más fieles a la adaptación de la saga de literatura fantástica “Canción de hielo y fuego”, nos damos cuenta de que es ella, Emilia Clarke, pero en morena, y con unos modelitos “un tanto extraños”.
¿Qué le han hecho a Daenerys, nuestra Khaleesi? La pregunta que inunda la sala, acostumbrados a su larga melena rubio platino que roza el blanco, sus vestidos medievales y sus tres accesorios con alas y mucho fuego que expulsar por sus hocicos llamados dragones. Para esta ocasión, no solo nos hemos tenido que acostumbrar a su color de pelo real, también al vestuario elegido para esta película dirigida por Thea Sharrock, “Tu antes de mi”.
Es curioso ya que la fotografía escogida para la publicidad es la única en la que el conjunto es normal, quizás marketing o la simple intención de la relación psicológica del color rojo con la pasión. El resto de imágenes que Emilia nos deja durante el transcurso de la historia son de todo menos aplicables y razonables.
Tras mucho debate, no hemos conseguido encajar el modelito a ningún posible evento o acontecimiento. Veamos. Comenzamos con medias de colores que evitan perderse en una manifestación y seguimos con lunares, rayas y pomposidades por doquier. Estampados florales llegan para ser combinados con colores imposibles y zapatos que difícilmente formarían parte de nuestro armario.
La lectura positiva de este abanico de curiosos y estrafalarios conjuntos no es otra que la de brillar por ser uno mismo, sin escuchar críticas y en caso de hacerlo, recibirlas sonriendo y haciéndoles ver que, como a “Lou” te importa un bledo.
En Modalia l Especial Juego de Tronos en El Armario de la Tele, parte 1: vestidos de otoño-invierno 2014
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