Sabíamos que hay alimentos como el chocolate que ayudan al estado de ánimo ya que son ricos en triptófano. Sin embargo hay otros que nos gustan e incluso adoramos y que poseen todo el efecto contrario. Estamos hablando de las grasas saturadas, de la comida procesada y de los azúcares.
La alimentación rica en estos productos saturados y azucares tiene parte de culpa en nuestros golpes de depresión y ansiedad. Psicólogos y psiquiatras lo primero que hacen en estos casos es recomendar a sus clientes una alimentación sana.
Muchos estudios que se han realizado aseguran que los alimentos ricos en grasas y azucares provocan cambios de actitud repentinos, aunque muchas veces se superen baches y malas épocas con los míticos helados y comida basura.
Consumir alimentos únicamente con triptófanos no quiere decir que nos curemos de tristezas y ansiedad el resto de la vida. No hay que eliminar por completo todos los alimentos con grasas ni azúcares si no consumirlos moderadamente.
Debemos de introducir a nuestra dieta alimentos de todo tipo para que sea la correcta y no nos falte ningún nutriente. Sin embargo el consumo excesivo de grasas y azucares producen adicción, similar a lo que produce la cocaína y la heroína o incluso el tabaco ya que contienen saborizantes, conservadores y aditivos con efectos nocivos para la salud.
Estudios demuestran que los alimentos provocan respuestas aditivas así comidas como la pizza, las hamburguesas y los helados son muy deseados si nuestras emociones se encuentran alteradas.
Los endulzantes artificiales, comidas procesadas y comida frita producen depresión además de enfermedades cardiovasculares en inflamación, como las carnes, embutidos, postres azucarados, también el alcohol, los lácteos altos en grasa, los refrescos y cereales refinados.
En conclusión podemos sacar que una dieta sana y equilibrada la podemos conseguir muy fácilmente si consumimos todo tipo de alimentos de forma adecuada, sin abusar nunca de algunos y dejar a un lado otros.
Fuentes: @love_food
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