No sabemos exactamente por qué, pero en cuanto nos sacamos el carnet de conducir, alguna fuerza oscura y malévola nos modifica el cerebro para siempre: nos introduce la frase “es que la gente no sabe conducir” y nos hace olvidar al instante cómo se circula por una rotonda. Sí, no mires hacia atrás que a ti también te ha pasado. Pero no te preocupes: en Modalia vamos a desentrañar los misterios de las glorietas. Porque velamos por tu seguridad.
Hoy por hoy, la enorme mayoría de conductores no circula por las rotondas. En el mejor de los casos, pasa por encima de ellas, y todo sería mucho más fácil si recordásemos que una rotonda no es más que una carretera circular. Sabes cómo circular por carretera, ¿verdad? ¿No? Pues a mí no te acerques ni con un triciclo.
Si nos ponemos a preguntar a nuestro alrededor acerca de experiencias en rotondas, comprobaremos cómo florece un argumento invariable pero imposible: todos creen que ellos hacen lo correcto, y son los demás los que conducen como el ojete. Sí, lo dicen hasta los que pasan por los cruces como si les protegiera un campo de fuerza, creen que los intermitentes sólo se encienden en Navidad, y entienden por “distancia de seguridad” aquella que les permite ver la hora en el reloj del coche que va delante.
La Dirección General de Tráfico es consciente del jaleo que se monta con el tema de las rotondas, así que ha publicado en su revista interactiva “Tráfico y Seguridad Vial” un artículo muy ilustrativo acerca de qué hacemos mal y qué hacemos bien (si es que hacemos algo bien).
Para refrescar la memoria, he aquí un resumen de lo que dice el Reglamento de Circulación:
– El que va a incorporarse a la rotonda no tiene la prioridad. Punto. Tiene preferencia quien ya está dentro de la glorieta. La vida es “asín”.
– Que tampoco se te suban los humos. Si eres tú quien va por el carril derecho de la rotonda y alguien quiere incorporarse, el “ceda el paso” lo tiene él, pero no me seas borrico y acuérdate del Reglamento: hay que facilitar la incorporación en la medida de lo posible. Si la rotonda es amplia y puedes hacerlo, facilítale la vida al otro conductor, y luego regresa al carril derecho.
– Dentro de la rotonda, tiene preferencia el vehículo que está en el carril exterior. Anda, pillastre, que sabemos que esto se te olvida.
– ¿Qué haces con la mano izquierda colgando por la ventanilla, inconsciente? La necesitas para activar los intermitentes y señalizar cada maniobra que hagas. ¡Los otros conductores no son adivinos! Pon el intermitente si cambias de carril dentro de la rotonda, y para indicar que vas a tomar tu salida. Para no confundir al personal y evitar que te insulten con la cabeza sacada por la ventanilla, activa el intermitente una vez hayas pasado la salida anterior a la que vas a coger tú. Y eso de poner el intermitente izquierdo durante tooooda la glorieta porque vas a tomar la última salida o cambiar de sentido está mal. Ea.
– Cuando entres a una rotonda para salir por la derecha o continuar recto, el carril que debes ocupar es el derecho. Si vas a tomar la salida que está más a la izquierda, puedes coger el carril izquierdo o interior y, a medida que avanzas y se acerca la salida, ve desplazándote hasta el carril derecho. No se sale de las glorietas directamente desde el carril interior. No. Nunca. Jamás. Never.
– ¿Otra vez con el brazo por la ventanilla? ¡Señaliza, hombre!
Eso no es todo. Si la glorieta está partida (raqueta), manda la norma de prioridad de la derecha. Si en la rotonda hay un grupo de ciclistas, debes tomarlos como un único vehículo, por lo que todos ellos tienen prioridad. Si llevas un camión, no por pesar 10.000 kilos tienes más razón que el que va en un Cinquecento. Tienes que respetar la prioridad de los vehículos en los carriles que necesites ocupar, y, cómo no, señalizar cada maniobra. Si todavía tienes dudas de cómo y cuándo usar el carril derecho o exterior, presta atención a este vídeo.
El tema de la confusión en las rotondas no es ninguna broma. Según los datos de tráfico recogidos por El País, en 2012, el 7% del total de accidentes de tráfico con víctimas se produjo en una rotonda. 3.801 de estos accidentes se produjeron en vías urbanas, y 2.355 en interurbanas. 8.409 personas han resultado heridas y 42 han perdido la vida en una rotonda (24 en carretera y 18 en ciudad).
Después de haber leído las explicaciones y visto las imágenes, ¿a que no tiene ninguna dificultad? Por fin tienes la autoridad necesaria para decir lo de “es que la gente no sabe conducir”. En las rotondas, al menos.
Imágenes: DGT / Revista “Tráfico y Seguridad Vial” / Infografía DLirios
Imagen de portada: By Fritz Geller-Grimm supported by Rüdiger Wandke (Own work) [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons
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