Siempre que pensamos en helados nos vienen a la memoria recuerdos de verano junto a la familia, los amigos o los abuelos quienes a escondidas de los padres nos contentaban con polos de sabores. Sin embargo, ¿Por qué no lo comemos en otra estación del año?
La mayoría de los países disfrutan de este manjar en cualquier momento, no lo atribuyen con el verano, ya que lo convierten en un postre refrescante. Múltiples son los beneficios que nos ofrece, desde saciar la sed hasta el fortalecimiento óseo. Más allá de lo que piensan muchas personas en cuanto a la cantidad grasa que tienen, el helado nos aporta muchos aspectos beneficiosos para la salud.
Son una fuente de calcio, vitamina y proteínas, por ello tomarlo con moderación, sin darnos grandes atracones, solo nos aporta ventajas, y muy refrescantes. Hoy en día, existen miles de sabores, ingredientes e incluso helados adaptados para ciertas intolerancias y enfermedades como la diabetes.
No dejes de comer este delicioso postre por miedo a engordar, ya que muchas variedades carecen de azúcar y están elaborados con leche de bajo contenido graso. La mejor opción para despreocuparte por esos kilos demás es saborear helados artesanales, los cuales poseen ingredientes de calidad, sin conservantes o aditivos que potencian el sabor.
De chocolate, vainilla, limón, stracciatella… se os hace la boca agua, ¿verdad? Actualmente existen gran variedad de sabores y heladerías donde elaboran recetas de lo más original. Además, cada vez son más los profesionales que se apuntan a la innovación de recetas capaces de deleitar a los paladares más exquisitos.
Ya sabes, olvida los falsos mitos y come helado en cualquier momento, son fundamentales tanto para aliviar esos calurosos días de verano como si te encuentras triste y solo deseas quedarte en casa saboreando un delicioso helado mientras ves un peli.
¡Deja de lado los remordimientos!
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